LA DEJARON SOLA.
La noche del 9/12/2015 Cristina dio su último discurso como Presidenta de Argentina. Dejó un país libre de las garras del FMI. Una industria pujante y un comercio floreciente. El salario más alto para el trabajador argentino de toda Latinoamérica. Una Argentina de pie. Por Jon Kokura. NAC&POP 20/05/2023 ¿Cuánto odio colectivo puede soportar un…
La noche del 9/12/2015 Cristina dio su último discurso como Presidenta de Argentina.
Dejó un país libre de las garras del FMI. Una industria pujante y un comercio floreciente. El salario más alto para el trabajador argentino de toda Latinoamérica. Una Argentina de pie.
Por Jon Kokura.
NAC&POP
20/05/2023
¿Cuánto odio colectivo puede soportar un ser humano?
Y si a ese odio se le suma la condición de mujer… ¿Cuanto?
El perfilador de políticos neoliberales; Jaime Durán Barba, ex asesor del expresidente Mauricio Macri.
Escribió que un ataque permanente, cotidiano, intenso, cruel y despiadado desde los medios de comunicación a un oponente político, debían sacarlo de eje, hundirlo en una profunda depresión y hasta llevarlo al suicidio…
Y que eso, estaba muy bien.
No hay en toda América una referente política más atacada por los medios de comunicación en su propio país que Cristina Fernández de Kirchner.
Las 24 horas del día…
Los 365 días del año.
En Argentina hay un semanario llamado «Noticias» que del odio hacia la expresidenta ha hecho un culto.
Ha sacado decenas y decenas de portadas que son verdaderos golpes de puño en el rostro de una mujer, Cristina.
Porque en estas agresiones mediáticas el componente misógino destila por todos lados.
La han retratado como puta, loca, bipolar, delincuente, asesina, corrupta, terrorista, esquizofrénica, ninfómana, histérica, etc.
La han tratado de todas las formas y argumentos que utilizan ciertos «machitos» para reventar a patadas a una mujer.
Cristina ha resistido todos y cada uno de estos golpes, por lo menos en público jamás ha bajado la mirada ante sus agresores.
Su hija; Florencia, no.
Tanto odio hacia su madre la enfermó.
Hay un canto que los miles de partidarios de la expresidenta entonaban en las calles:
«Si la tocan a Cristina que quilombo se va a armar».
Uno de los significados de «quilombo» en Argentina es pelea, conflicto, gresca.
En castellano callejero es algo así como:
«Si la tocan a Cristina vamos a dejar la tremenda cagada».
Bueno…
A Cristina no sólo la han tocado.
La han ofendido, insultado, humillado, calumniado a destajo, sentenciado, condenado y proscrito por todos lados.
Le han allanado su casa y destrozado los muebles y paredes a martillazos (literal)
Hasta le martillaron un arma de fuego a 20 cms. de la cabeza intentando matarla.
Y no se armó ningún quilombo.
Los aguerridos cantos en defensa de la principal referente del peronismo tenían la consistencia de una nube de humo.
Los entusiastas militantes que iban a proteger a su líder amada se fueron en puros saltos y cuetes.
Hace poco, Cristina Fernández de Kirchner, que en febrero cumplió 70 pirulos.
Ratificó que no va a ser candidata a Presidenta este 2023.
Venía diciendo lo mismo desde hace rato…
No, es no.
Curiosamente esta decisión deja en off side a la oposición, que sin el odio hacía Cristina quedan vacíos, sin nada que ofrecer.
El peronismo se quedó huérfano de su candidata natural.
Porque Cristina es un cuadro político en sí misma.
La noche del miércoles 9 de diciembre de 2015 Cristina Fernández de Kirchner dio su último discurso como Presidenta de Argentina.
Como una premonición dijo lo que se venía y lo que iba a pasar.
Dejó un país libre de las siniestras garras del FMI.
Con una industria pujante y un comercio floreciente.
Y el salario más alto para el trabajador argentino de toda Latinoamérica;
US$ 725,1.
Dejó a una Argentina de pie.
A ella, la dejaron sola…
Las cosas como son.
