UN PERFIL (NO AUTORIZADO) DE LA CANDIDATA A VICE DE LA LIBERTAD AVANZA
¿Quién es Victoria Villarruel, la defensora de la familia militar que secunda a Javier Milei? Su enemistad con Cecilia Pando le valió que el marido de la otra dirigente negacionista le recordara los días cuando organizaba visitas al dictador Jorge Rafael Videla. La abogada de 48 años se abrió paso en la política desde su…

¿Quién es Victoria Villarruel, la defensora de la familia militar que secunda a Javier Milei?
Su enemistad con Cecilia Pando le valió que el marido de la otra dirigente negacionista le recordara los días cuando organizaba visitas al dictador Jorge Rafael Videla.
La abogada de 48 años se abrió paso en la política desde su militancia en las organizaciones de «memoria completa».
Su enemistad con Cecilia Pando le valió que el marido de la otra dirigente negacionista le recordara los días cuando organizaba visitas al dictador Jorge Rafael Videla.
Hija dilecta de la familia militar, Villarruel será la dama de hierro que tendrá a su cargo los ministerios de seguridad, defensa e inteligencia en un virtual gobierno de la ultraderecha.
Por Luciana Bertoia
Página 12
22 de agosto de 2023
Victoria Villarruel saltó de la militancia por la «memoria completa» a la política libertaria..
Victoria Villarruel no podía disimular su gesto de satisfacción el domingo en el búnker de La Libertad Avanza (LLA) después de que el partido que Javier Milei y ella lideran hubiera quedado primero en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) con poco más del 30 por ciento de los votos.
Villarruel, que saltó desde una organización de “memoria completa” a la política, se aferraba a una bandera argentina durante la celebración.
La abogada de 48 años –que se congratula de haber corrido hacia la derecha la discusión política en la Argentina con consignas como “no son 30.000” y que es uno de los nexos de Vox en la región– será quien monitoree las áreas de seguridad, defensa e inteligencia si LLA gana las elecciones.
A diferencia de otras áreas como la ciencia, la salud o la educación, Villarruel promete más presupuesto para la familia uniformada.
Victoria es la primera de las dos hijas del matrimonio conformado por Eduardo Marcelo Villarruel y Diana Destéfani.
Nació el 13 de abril de 1975, un año y medio después del casamiento.
Es, aunque le cueste admitirlo, una hija de los ‘70 y, como marcó la periodista Ximena Tordini en la revista Crisis, una integrante de la familia militar.
Cuando nació su primera hija, Eduardo Villarruel estaba destinado en el cuartel de Villa Martelli.
Cuando Victoria cumplió el año, Villarruel estaba en el Operativo Independencia, la antesala tucumana del genocidio que implementó la última dictadura.
En la Guerra de Malvinas, fue el segundo jefe de la Compañía de Comandos 602, detrás de Aldo Rico.
Fue prisionero de los ingleses.
La democracia lo encontró trabajando en la Secretaría General del Ejército dentro del Departamento de Comunicación Social.
En junio de 1987 –en plena efervescencia de las sublevaciones militares que habían llevado a la Obediencia Debida– se negó a jurar por la Constitución Nacional, lo que le valió una sanción de 40 días de arresto.
Fue señalado por la revista El Periodista como uno de los militares “delirantes” que querían matar a Raúl Alfonsín, algo que él negó ante el Ejército.
En un reclamo administrativo, afirmó: “He intervenido en la lucha contra la subversión, tanto en el ambiente urbano como rural”.
Falleció durante la pandemia y jamás fue investigado.
Su tío Ernesto Guillermo Villarruel fue detenido en octubre de 2015 por orden del juez Daniel Rafecas por crímenes cometidos en el centro clandestino conocido como Vesubio.
Tampoco fue juzgado porque se lo declaró incapaz para afrontar el proceso.
La sonrisa de Villarruel, junto a Milei, no puede esconder sus vínculos con Videla
La historia oficial de Victoria Villarruel
Victoria Villarruel se recibió de abogada en 2003 –el mismo año en que Néstor Kirchner llegó al gobierno e impulsó la reapertura de los procesos contra los genocidas–.
Para entonces, Villarruel era parte de una organización que se había formado una década antes y se llamaba Asociación Unidad Argentina (Aunar).
Este grupo que tenía como líder a Fernando Exequiel Verplaetsen, exjefe de inteligencia del Comando de Institutos Militares con asiento en Campo de Mayo, se opuso fervientemente a la derogación del decreto que había firmado Fernando de la Rúa para impedir las extradiciones de quienes eran investigados por crímenes de lesa humanidad en el exterior cuando las leyes de amnistía lo impedían en el país.
La diputada no suele contar ese paso por Aunar ni por otra organización pro-militar, como quedó en claro en la entrevista que le concedió al sociólogo Cristian Palmisciano para su tesis de maestría.
“Yo la única que conocí fue FAMUS.
De nombre, yo por una razón etaria no participé de sus actividades”, le dijo.
La historia pública de Villarruel comienza en 2006, con la conformación del Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv) –una especie de calco del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) pero de la derecha–.
El Celtyv nace justamente cuando se reabrieron los procesos por crímenes contra la dictadura y con un objetivo claro:
si los integrantes de las fuerzas podían sentarse en el banquillo, entonces los militantes, también.
Los grupos de “memoria completa” empezaron a pulular a principios de este milenio como una reacción a la renovada presencia en la agenda pública de los derechos humanos –especialmente a partir de la confesión del marino Adolfo Scilingo sobre los vuelos de la muerte, la emergencia de un actor clave como fue H.I.J.O.S, los juicios por la verdad y las investigaciones que promovió desde España el juez Baltasar Garzón–.
Si bien muchas de estas organizaciones se centran en la reivindicación de los represores, el Celtyv de Villarruel se apropia del discurso humanitario de los organismos para apuntar sus cañones hacia los militantes de los años ‘70.
Su principal apuesta es la reapertura de la causa por el secuestro del coronel Argentino del Valle Larrabure por cuya muerte buscan responsabilizar a exintegrantes del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).
El caso Larrabure está hace tiempo en la Corte Suprema –donde trabajan dos primos de la diputada libertaria.
La prehistoria: de Pando a Videla
Cecilia Pando es una de las detractoras de Villarruel y es quien se ocupa de recordarle el pasado que la candidata a vice de Milei preferiría que quede solapado.
También lo hace el mayor retirado Pedro Mercado, marido de Pando, que en un posteo de Facebook trazó un recorrido de la militancia de Villarruel.
Según Mercado, Villarruel comenzó su activismo en la Asociación Argentinos por la Memoria Completa, que cayó en desgracia después de que una investigación periodística expuso que su máxima dirigente, Karina Mujica, ejercía la prostitución en Mar del Plata.
De acuerdo con el militar retirado, Villarruel después fundó Jóvenes por la Verdad, un grupo cuya actividad más destacada era la de coordinar visitas al dictador Jorge Rafael Videla.
“Fue precisamente a través de ella que pude mantener una larga entrevista con el expresidente”, escribió el marido de Pando.
Villarruel habría colaborado con la Asociación de Familiares y Amigos de los Presos Políticos (AFyAPPA), que conduce Pando.
Según la versión de Mercado, Villarruel la acompañaba el 8 de marzo de 2006, cuando su esposa interrumpió el discurso de Kirchner en la Casa Rosada.
Después festejaron todos juntos en Puerto Madero.
Mercado también relató que Villarruel le propuso ser quien lleve el mensaje de “nuestros presos” a la esfera internacional y que él participó, de alguna manera, de la concertación que llevó a la formación del Celtyv.
Esos días quedaron atrás hace tiempo.
Pando estalló de ira semanas atrás, cuando Milei dijo que no habría indulto para los condenados por lesa humanidad, y acusó a Villarruel de haber firmado los libros que, en realidad, habría escrito el marino Alberto González –uno de los represores condenados a perpetua por los crímenes cometidos en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA)–.
La conexión española con Vox
Por línea materna, Victoria Villarruel es nieta de Laurio Destéfani, un contraalmirante que es considerado uno de los mayores historiadores de la Marina.
Destéfani fue destinado a estudiar a España, donde trabó amistad con Manuel Aznar Acedo, un falangista cuyo hijo José María llegó a ser presidente del gobierno español.
Fue a través de Aznar –según reconstruye el periodista Guidos Braslavsky en Enemigos íntimos– que Villarruel se contactó con la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) española, que fue su principal apoyo en el exterior.
En 2019, Villarruel acompañó a Javier Ortega Smith, el secretario general del ultraderechista Vox, en una presentación en el Círculo Militar.
“Me atrevo a vaticinar que puede haber un 30 por ciento de los argentinos que estén buscando a alguien que realmente los represente”, dijo el segundo de Santiago Abascal durante su estadía porteña.
Villarruel es la presidenta honoraria de la Fundación Oíd Mortales, que firmó la Carta de Madrid, el documento fundacional de una alianza de agrupaciones que orbitan alrededor de Vox en España e Hispanoamérica.
Allí denuncian que parte de la región está “secuestrada” por regímenes totalitarios de inspiración comunista.
Cambiemos y algo más
La Fundación Oíd Mortales sirve como una especie de think tank para Villarruel.
Días atrás, Clarín publicó que su gurú en materia de seguridad es Jorge Eduardo Lenard Vives, un coronel con especialización en inteligencia.
Durante el macrismo, fue el director de Investigaciones de la Aduana, que conducía el excarapintada Juan José Gómez Centurión.
En la causa que gira alrededor de Marcelo D’Alessio, Vives está mencionado como uno de los “incorruptibles” de Elisa Carrió.
Gómez Centurión fue el primero en tentar a Villarruel con saltar a la política, pero no la convenció.
Lo aceptó en 2021 de la mano de Milei.
Según Juan Gónzález, autor del libro El loco, la idea de sumarla fue del consultor Mario Russo, que buscaba una “novia de Recoleta” que le asegurara el voto conservador al economista desbocado.
En efecto, la diputada –oriunda, en realidad, de Barrio Norte– genera tanto expectativa como desconfianza en la familia militar: algunos sienten que no es todo lo enfática que debería y otros la sienten propia.
Villarruel fue construyendo su camino como referente de la extrema derecha.
Un hito en ese recorrido lo marcó en enero de 2016, cuando consiguió que el entonces secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, la recibiera a ella y a otros integrantes del Celtyv en su oficina en el Espacio Memoria y Derechos Humanos –exESMA–.
En ese momento, Avruj se atajaba diciendo que había sido Carrió quien había sugerido, de alguna manera, la reunión.
La líder de la Coalición Cívica la había tenido un año antes en su instituto Hannah Arendt en una mesa en la que también se sentó Graciela Fernández Meijide.
Después llegó para Villarruel, la presencia mediática y sus irrupciones en el prime-time televisivo de la mano de Intratables.
El domingo pasado (13/08/23), Villarruel fue la telonera de Milei.
“Es un momento histórico”, celebró mientras reclamaba al gobierno “kirchnerista” la publicación de los datos oficiales.
“Impensado”, agregó, aunque es posible que esa segunda parte de la oración no fuera cierta.
Este artículo fue publicado originalmente el día 20 de agosto de 2023
Victoria Villarruel contra los juicios a los genocidas, los organismos y el museo de la ESMA
…
EL CÍRCULO DE CONFIANZA DE VICTORIA VILLARRUEL, LA CANDIDATA A VICE DE MILEI
Tiene a sus equipos en la Fundación Oíd Mortales y en el Partido Demócrata de la provincia de Buenos Aires. Trayectorias y pensamientos de un grupo hermético en ascenso.
Por Giselle Leclercq
PERFIL
Hoy 14:28
El lema de Oíd mortales, la fundación que preside Victoria Villarruel, es una frase del empresario estadounidense Henry Ford:
“Llegar juntos es el principio.
Mantenerse juntos es el progreso.
Trabajar juntos es el éxito”.
La expresión, además de sintetizar el leitmotiv de la organización, bien podría ser eslogan con el que se sostiene el círculo de máxima confianza de la candidata a vicepresidente de La Libertad Avanza.
Villarruel trabaja codo a codo con Guillermo Montenegro (homónimo del intendente de Mar del Plata).
El hombre, además de formar parte de Oid Mortales, también está en la estructura del Partido Demócrata de la provincia de Buenos Aires -donde ella es la máxima autoridad-, es candidato a diputado, su asesor en la Cámara de Diputados y maneja la comunicación de su campaña.
Montenegro ya se hizo fama entre los periodistas por no atender el teléfono ni responder los mensajes.
En La Libertad Avanza la estrategia de comunicación está dividida entre los “libertarios puros” y el ala conservadora, encabezada por Villarruel.
Mientras que los mileístas compiten para ver quién se expone más, el círculo de la candidata a la Vicepresidencia es un misterio.
Si la fuerza llegara a ganar las elecciones, Villarruel va a tener mucho poder: además de ser la vicepresidenta y de presidir el Senado, designará -según afirmó el propio Javier Milei– a los ministros de Seguridad y de Defensa, que serán sus áreas de influencia.
Conocer a sus equipos, qué piensan y cuáles son sus trayectorias podría dar una pista sobre cuáles son sus proyectos.
Cuando se observa quiénes forman parte de Oíd Mortales y de las organizaciones con las que hay algún punto de contacto, se comprueba que en su hermético entorno se repiten las ideas que Villarruel instaló en su carrera a la Casa Rosada:
“valores tradicionales”, militares, armas y catolicismo.
Dónde manda Victoria
Villarruel no es una recién llegada a la vida pública.
En el 2006 fundó el «Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas» (Celtyv), pero su militancia había comenzado algunos años antes en organizaciones que, con diferentes miradas, trabajaban sobre la situación de los militares condenados por delitos de lesa humanidad.
El espacio fue su plataforma para hacerse conocida.
Sin embargo, sus actuales lugares de referencia son otros dos: la Fundación Oíd Mortales, donde es la presidenta honorífica -hubo medios que describieron a la entidad como el think tank de la dirigente-, y el Partido Demócrata de Buenos Aires.
Las primeras actividades de la Fundación Oid Mortales -al menos en redes- comenzaron a promocionarse entre febrero y marzo de este año.
En su sitio oficial, sin embargo, la organización se presenta como una entidad sin fines de lucro inscripta en la Inspección General de Justicia en julio del 2013 con el número 1846212.
En la IGJ, cuando se consulta por ese número, se puede ver que la última presentación del plan trienal fue rechazado.
La entidad le respondió a la fundación que “ha estado en falta” en tres oportunidades y que, de no ponerse al día, se aplicarán las sanciones correspondientes.
Victoria Villarruel dijo qué haría con la ESMA: «Es el museo de la desmemoria»
En el sitio de Oíd Mortales, además, se indica que la fundación tiene el Cuit 30-71417346-0 que, en realidad, está asociado a otra organización con la que Victoria también tiene vínculos:
la Fundación Tridentina por los Valores Clásicos, que comparte autoridades con Oíd Mortales y el Partido Demócrata bonaerense.
En el Partido Demócrata de la provincia de Buenos Aires también hay líos con los papeles.
Cinco días antes de las PASO se presentó una demanda en el Juzgado Federal Nº 1 de La Plata (expediente N° 3001006/1990) en donde se acusa a Villarruel de “falsedad ideológica”, “falsificación de instrumento público” y “estafa procesal”.
En resumen, se la denunció por unas supuestas falsificaciones que habría hecho para consagrarse como la presidenta del partido. Carlos Onteiro (el vicepresidente del partido) y Montenegro también fueron denunciados.
El equipo de los “valores clásicos”
En el consejo de administración de Oíd Mortales figuran Eduardo Llorente -presidente-, Montenegro -secretario- y Raúl Amado -tesorero-.
Llorente es licenciado en Ciencias Políticas y presidente de la firma Las Tres Vírgenes SAU, dedicada al negocio agropecuario.
Desde noviembre del 2022, según los registros de Nosis, trabaja en Unión Security Company SRL.
En el entorno de Villarruel lo reconocen como alguien de su círculo más cercano.
Llorente también es el presidente de la Fundación Tridentina.
La entidad se presenta como una organización que promueve “los saberes clásicos” y trabaja en diferentes acciones vinculadas a la educación.
Además, tiene un área de “fortalecimiento en valores y virtudes”, en la que destacan “a la familia y al matrimonio en su carácter de instituciones constitutivas” y “la defensa de la vida desde el momento de la concepción”.
En sus redes sociales, de hecho, el hombre tiene una férrea militancia contra el aborto.
En un artículo de la edición Nº 7 de la revista de la Escuela del Cuerpo de Abogados y Abogadas del Estado (ECAE), el abogado Guido Leonardo Croaxo toma una cita del hombre de confianza de Villarruel con respecto a los “saberes clásicos” y el origen de su negocio:
“Dice Eduardo Ignacio Llorente, presidente de Las Tres Vírgenes, (quien, como los dueños de Puerto Bemberg, en Misiones, son legítimos herederos de miles de hectáreas ‘donadas’ por Julio Argentino Roca en el sur):
‘Siempre sostuve la importancia del estudio y difusión de las lenguas clásicas, sobre todo del griego y el latín.
Y además enfatizar que no están ‘muertas’ ni por asomo, sino que permanecen muy vivas, pero ‘ocultas y desterradas’ en este tiempo de perdición”.
En este sector ideológico, el Julio Argentino Roca es una figura de la historia argentina que siempre se rescata.
Como legisladora, Villarruel presentó un proyecto de resolución para expresar el beneplácito por el “abrazo estrecho” entre el ex presidente y su par chileno en 1899 y celebra cada fecha de su conmemoración.
Una persona que conoce a Llorente desde la juventud lo definió como “alguien que odia al Pro y al peronismo por igual” y como un aficionado a las armas.
De hecho, en el Registro Nacional de Armas hay una solicitud a su nombre para la tenencia de una carabina calibre 270 PLG.
Este es otro de los grandes temas en los que se vuelve cuando se habla de las ideas de Villarruel, ya que fue quien instaló el debate por la tenencia de armas en esta campaña.
En la Fundación Tridentina, además, la esposa de Llorente figura como la tesorera.
Se trata de la médica Gabriela Álvarez, que en su cuenta de Facebook se mostró muy crítica con la gestión de la pandemia y en diciembre del 2021 compartió un post de Matelda Lisedro, referente de “Epidemiólogos Argentinos”, un grupo que viralizaba informaciones falsas y que ponían en duda la crisis sanitaria.
En el video, la mujer volvía una y otra vez sobre el concepto de “libertad” y preguntaba:
“¿No te das cuenta que parece que están perdiendo?
Están nerviosos.
Ya no saben más cómo meterte miedo”.
En la Fundación Tridentina Montenegro es el secretario.
Además, es el secretario general del Partido Demócrata de Buenos Aires y el tercero en la lista bonaerense de candidatos a diputados. En la Cámara baja fue designado como asesor de Villarruel en la categoría 3.
De profesión abogado, es socio de Federico Pávito en el estudio “Montenegro & Pávito Asociados”.
En Oíd Mortales, Pávito forma parte del área de Justicia en los equipos técnicos.
Los asesores de Villarruel generaron en su momento un escándalo:
otra de las personas que sumó a su equipo de trabajo en la Cámara fue Marcelo Cinto Courtaux, hijo del oficial de Inteligencia del Ejército durante la última dictadura con su mismo nombre.
El hombre fue nombrado con la categoría 2 y se convirtió en noticia en febrero de este año, cuando acompañó a la legisladora a una reunión de la Comisión de Juicio Político en la que estaban presentes militantes de derechos humanos.
Quienes conocen a Montenegro aseguran que tiene una participación activa en organizaciones católicas cercanas al Opus Dei.
En su trayectoria profesional, además, se suma un paso por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Amado está ligado al ámbito académico, en particular a los estudios religiosos.
Según el CV que tiene publicado en el sitio de la Universidad de San Andrés, su tesis de maestría se tituló “La república espiritual.
Análisis de la cultura teológica en Buenos Aires entre 1760 y 1840” y realizó una enorme cantidad de cursos al respecto.
Además, desde el 2007 trabaja en el Ministerio de Interior en el departamento de Archivo Intermedio.
En el directorio ejecutivo de Oíd Mortales figuran María Llorente -en Relaciones Institucionales-, María Eugenia Tasende -en el sector financiero-, Enrique Bergalli -Asuntos Legales-, Ida María Tejeda de Anchezar -Capacitación y Formación-, Luciano Ferrari -Cultura-, Juan Martín Donato -Voluntariado-, Dolores González Calvo -Eventos- y Alejandro Sosa -Biblioteca-.
Tasende es una contadora de quien prácticamente no hay rastros en la web.
Sin embargo, de acuerdo a los registros de la Anses, fue beneficiaria de la Asignación Universal por Hijo – Plan Progresar.
Bergalli fue designado como asesor de Villarruel en la Cámara de Diputados de la Nación con la categoría 8, al igual que Donato.
En nombre de Henry Ford, a Diputados también llegaron todos juntos.
Tejeda de Anchezar es licenciada en Ciencias de la Educación y forma parte de Inova Caeli, “una asociación de profesionales que se propone cooperar con las familias en la educación cristiana de sus hijos”, según explican en su sitio.
En sus redes, la mujer dedica exclusivamente todas sus publicaciones a la religión y a La Libertad Avanza.
En su último post en Instagram le agradece a Villarruel “por poner luz y por propagar la verdad”, el 8 de agosto publicó imágenes de Nuestra Señora del Rosario de la Reconquista y pidió por la “reparación y recuperación de la Patria para Dios”.
Con respecto a su área de interés, la educación, repite que hay que quitar “lo periférico” como “la ideologización y el adoctrinamiento”.
Oíd Mortales y los militares
En los equipos técnicos de Oíd Mortales hay un hombre que llama la atención en particular: Jorge Vives -Defensa y Seguridad-.
Se trata de un coronel retirado de Inteligencia cuyo nombre circuló en las últimas semanas como una de las opciones que barajaría Villarruel para los ministerios.
Vives fue director de investigaciones de la Aduana en el gobierno macrista y quedó involucrado en la causa del falso abogado Marcelo D’Alessio.
En el expediente se habla de una reunión en la que estuvieron ambos y también se menciona a otro ex militar: René Schettino.
En la causa se cuenta que Romina Janicow se contactó con D’Alessio y le dijo: “La Aduana quiere tener un contacto con la DEA y vos podés comentarle sobre tus trabajos. ¡Nos re interesa!”.
D’Alessio, entonces, le pidió referencias al expolicía bonaerense Ricardo Bogoliuk sobre quiénes eran esas personas que lo querían conocer.
“Jorge Vives y un tal Schettino o algo así, uno alto y uno bajo, los dos de ICIA de Ejército, están como asesores del Director de Aduanas, vienen ambos de la mano de Carrió.
Le pregunté directamente al Director de Investigaciones, que dentro de su área está el departamento de narcotráfico”, le contestó.
Al día siguiente de la reunión, D’Alessio le volvió a escribir a Bogoliuk:
“Me olvidé de contarte lo de la reunión en la Aduana.
El lunes Jorge Vives es designado como director de Aduana del Puerto de Rosario.
Me citó por pedido de Lilita para ver si le podemos armar un equipo de incorruptibles.
No confía en el referente local de la AFI”, le contó.
En el entorno de Carrió, que acaba de dar un portazo en Juntos por el Cambio por el coqueteo entre Macri y Milei, hoy desconocen al coronel retirado.
Ante la consulta de Perfil, respondieron:
“Vives no era del grupo de Lilita, Squettino sí”.
¿Hasta dónde llegaban los contactos de Vives y a quién responde el actual posible candidato de Villarruel?
No está claro.
Otra persona de los equipos técnicos de Oíd Mortales que forma parte del universo militar es Alejandro Agusti -Ciencia y Tecnología-.
En el libro “La Nación dividida: Argentina después de la violencia de los 70”, este hombre es mencionado como el secretario de la organización Puentes Para la Legalidad, una asociación conformada por familiares de condenados por delitos de lesa humanidad.
En su entorno cuentan que se conoce con Villarruel desde hace años y que compartieron actividades del Celtyv.
Puentes Para la Legalidad es una organización conocida y hay trabajos académicos sobre cómo fue su transformación:
en sus primeros años tenían un discurso más duro y aunque no necesariamente eran negacionistas de los crímenes cometidos por la dictadura, sí los relativizaban.
Pero la línea fue cambiando y con el tiempo se enfocaron en reclamos humanitarios, como el pedido de domiciliaria para los genocidas que superaban determinada edad.
Algunos de sus integrantes, incluso, llegaron a tener reuniones con hijos de desaparecidos con un refuerzo permanente sobre el sentido democrático de la organización.
Agusti fue de la primera camada.
Un hombre que militó con él recuerda las dificultades que había para llegar a consensos:
“Teníamos diferencias porque él es 10 años más grande que yo, pero también había diferencias de fondo en la percepción.
Los dos somos hijos de militares condenados.
Teníamos choques todo el tiempo entre el pensamiento más conservador y los que traíamos nuevas ideas”, cuenta y pide que sea en off.
“Ya nos expusimos demasiado.
Siento que es un fracaso que el discurso de Victoria, que es el de Agusti, haya sido más potente que el nuestro”, agrega.
A pesar de que cierto sentido común podría indicar que todos los familiares de genocidas se entusiasman con el ascenso de Villarruel, lo cierto es que no todos se sienten representados la candidata.
“Nosotros nos metimos en el barro, hicimos un enorme trabajo hacia afuera.
Ella se movió siempre con gente de su palo y hay cosas que nunca va a entender.
Por eso los viejos la quieren tanto, porque ella los visitaba y les decía que estaba bien lo que habían hecho y les hablaba de guerra a muchos que, podemos decir, habían sido adoctrinados en ese pensamiento”, agregó.
En los equipos técnicos el tercer militar que figura es Santiago Gándara, un ingeniero a cargo del área Agropecuaria.
Sobre él tampoco abunda la información en la web, pero aparece como miembro fundador del Foro Argentino de Defensa, que se presenta en su sitio como “un espacio dedicado a la reflexión sobre temas relacionados con la Defensa Nacional”.
El grupo se completa con Vanina Arráez -Salud-, Laura Canale -Medio Ambiente- y Daniel Ábate -Cultura y Arte-.
Arráez es una médica del PAMI con poca actividad en las redes.
Sin embargo, en su cuenta de YouTube tiene publicado un video publicado donde cuestiona que Néstor Kirchner ordenara bajar los cuadros de los genocidas en la Casa Rosada y comparte fotos sobre las malas condiciones carcelarias de los condenados.
VIDEO …
https://rudo.video/vod/bQ99ab?volume=0
Villarruel está en pleno crecimiento y quienes la conocen desde hace décadas saben que se trata de una mujer fuerte, con ambiciones y que dedicó mucho esfuerzo en construir un equipo que acompañe sus reclamos y sus posiciones ideológicas.
¿Qué van a hacer si ganan?
Las trayectorias de este equipo pueden dar alguna idea.
Sin embargo, en el corto plazo, tienen otras tareas que atender:
la vorágine de la campaña y las novedades que pueda traer la denuncia contra el Partido Demócrata bonaerense.