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SOBRE LA GALERA, LOS CONEJOS Y LA ECONOMÍA PARTE I y II

Es imprescindible que vuelva a primar la prudencia y, en consecuencia, estas iniciativas, sin rumbo alguno, terminen.

La actual gestión del Ministerio de Economía, se ha caracterizado por la implementación de medidas altisonantes, generadoras de un alto grado de impacto y sorpresa sobre los pretendidos «espectadores»: empresarios y trabajadores.

Por Guillermo Moreno

BAE Negocios

02/04/23

La actual gestión del Ministerio de Economía, se ha caracterizado por la implementación de medidas altisonantes, generadoras de un alto grado de impacto y sorpresa sobre los pretendidos «espectadores»: empresarios y trabajadores.

Las más extravagantes son las conocidas como: «dólar soja I y II (¿y ahora el agropecuario?)», y la «recompra» de deuda pública.

En el caso de las dos primeras normas, en «Palabras más, palabras menos» (BAE Negocios, 18/09/2022), y «Política Económica: ¿para el bien común o el interés particular?» Parte II (BAE Negocios, 12/12/2022), se sostenía que revaluar el dólar con respecto al Peso y disminuir los Derechos de Exportación en algunos productos alimenticios, imitando las decisiones tomadas por la Administración «Cambiemos» al inicio de su gestión, atenta directamente contra el poder adquisitivo de los ingresos populares, dado que:

y

Asimismo, como ya fue advertido por los diversos eslabones que integran la cadena de valor, presentan un cúmulo de distorsiones: el sector «ganador» abusa de su posición particular, en contra de los intereses de aquellos que utilizan la oleaginosa y sus derivados como insumo.

A su vez, para el caso de la tercer resolución, en «Capitalismo para:

¿los Fondos de Inversión o la Producción y el Trabajo?» (BAE Negocios, 29/01/2023),

se sostenía que el criterio que todo funcionario público debe preservar es la prudencia del buen «hombre de negocios».

En este marco, es obvio que utilizar lo que escasea (dólares) para intentar generar una valorización financiera, con casi nulas probabilidades de éxito mediante la compra de bonos, ni siquiera debería haber sido evaluado como opción.

Sin embargo, «la sangre tira» señala la sabiduría popular, y tales ideas encuentran una génesis conceptual en…

El Capitalismo de los Banqueros

Oportunamente, en «Nuestro lugar en el mundo» – Parte II (BAE Negocios, 12/06/2022), se había descripto el «núcleo duro» de la confluencia de dos corrientes de pensamiento, la Neoliberal y la Socialdemócrata, en el «Consenso de Washington», a partir de: «sustentar sus postulados económicos en la Escuela Austríaca y su concepto central:

la Teoría Subjetiva del Valor, donde ahora el precio de los bienes o servicios (y no el Costo, en términos de la Matriz Insumo-Producto, y el trabajo socialmente necesario implícito en ella), considerado aceptable por los usuarios y consumidores, resulta, sin más, la medida de valor».

Este «nuevo capitalismo», que oculta la tasa de ganancia, construye un parámetro (no sistémico, y por lo tanto exógeno a las fuerzas productivas) que denomina «costo de oportunidad», con su primo hermano el «riesgo país».

Esta «extraña economía», que presenta la paradoja de elevar la valorización bursátil de las compañías, pari passu con el incremento de la tasa de desocupación, determina que el sector dinámico (ganador), en términos de acumulación de capital (reemplazando al esfuerzo de la producción y el empleo), es aquel dedicado centralmente a la especulación y la renta.

Así, se instala una dinámica perversa a escala global, de fusiones y adquisiciones inter-firmas con una lógica de «entrada» y «salida» de las inversiones (sosteniendo una visión de «negocio de oportunidad»), colocando a la tasa de interés como ordenadora general del sistema.

Es con esta configuración, custodiada por los Organismos Multilaterales de Crédito, que la Globalización erigió su hegemonía en el pensamiento y en la acción, construyendo el mundo más desigual, en términos de distribución del ingreso, del que se tenga registro.

No obstante, como se sostuviera, entre otros, en «Consolidación del Nuevo Orden Internacional» Parte I (BAE Negocios, 17/04/2022) y Parte II (BAE Negocios, 24/04/2022), el mundo cambió, y la vigencia urbi et orbi de estos vetustos paradigmas ha concluido.

Sin embargo, la actual administración gubernamental pareciera no «acusar recibo» del nuevo «estado del arte», insistiendo con…

Más actos de «ilusionismo»… despreocupándose de lo real

El Gobierno, en un hecho lamentablemente repetitivo, pareciera «desdecirse» de sus propias decisiones, al anunciar la venta de los bonos anteriormente «recomprados».

Lo hace a través del Decreto de Necesidad y Urgencia 164/2023 (aunque ahora puesta en duda su próxima ejecución), donde establece que las Jurisdicciones, Entidades y Fondos del Sector Público Nacional, deben proceder a la venta o subasta de sus tenencias de títulos públicos nacionales, bajo legislación local(1), denominados y pagaderos en dólares estadounidenses.

Agregando que las mismas «serán llevadas a cabo por la entidad que determine el Ministerio de Economía, bajo los términos y condiciones que este disponga, por cuenta y orden de los organismos antes referidos».

Complementariamente, se estipula que deberán suscribir títulos públicos nacionales, pagaderos en pesos (2), a ser emitidos por el Tesoro Nacional, por un importe efectivo equivalente al setenta porciento (70%) del producido que reciban por las operaciones de venta previamente mencionadas.

Además, los bonos en dólares bajo legislación extranjera(3), deberán ser entregados en canje al Tesoro Nacional por títulos públicos por éste emitidos, pagaderos en pesos, bajo los términos y condiciones establecidos desde el Palacio de Hacienda.

Más aún, en una decisión lindante con lo inconcebible, se aseguró que se le pediría un dictamen a la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires en relación a la medida, y su impacto sobre la Administración Nacional de Seguridad Social, ANSES.

Naturalmente, no se puede pretender el mismo grado de discernimiento sobre el quehacer económico para representantes de una institución formativa, que para los máximos responsables del Estado Nacional en la materia.

Parecería ser que la actual gestión no puede evaluar las consecuencias de sus propios actos.

Ahora bien, con las medidas de marras, se intenta «disciplinar» el valor de los dólares alternativos al oficial, que de manera legal se pueden obtener, a través del Contado con Liquidación (4) (CCL) o el del Mercado Electrónico de Pagos(5) (MEP), dada su correlación positiva con el incremento de precios de los bienes y servicios en el mercado doméstico.

Sin embargo, su resultado, por un profundo desconocimiento del funcionamiento de la Economía Real, será el opuesto.

Las empresas, hasta la entrada en vigencia del decreto ut supra señalado, y de acuerdo a su posición en el mercado, determinaban los precios de comercialización a partir de dichos dólares de referencia: CCL y MEP.

Pero, con la nueva normativa (dada la influencia que tendrán los organismos oficiales en su determinación), se difuma la señal, recurriendo las compañías a la necesaria cobertura, por incremento de «margen», que garantice una hipotética reposición del stock.

Es imprescindible que vuelva a primar la prudencia y, en consecuencia, estas iniciativas, sin rumbo alguno, terminen. Se debe volver a una sana administración de la «cosa pública», que tienda al Bien Común, única garantía para sentar las bases de un Modelo de Desarrollo Económico Permanente y Sustentable (MoDEPyS), con orientación a la producción.

Escuchalo también en Podcast

………..

SOBRE LA GALERA, LOS CONEJOS Y LA ECONOMÍA (PARTE II)

Por Guillermo Moreno

BAE Negocios

17-04-2023

Recientemente, en «Sobre la galera, los conejos y la economía» (BAE Negocios, 03/04/2023), se afirmaba que la actual gestión del Ministerio de Economía se ha caracterizado por la implementación de medidas altisonantes, generadoras de un alto grado de impacto y sorpresa sobre los pretendidos «espectadores»: empresarios y trabajadores.

Las más extravagantes son las conocidas como: «dólar soja I y II», y la «recompra» de deuda pública.

En el caso de las dos primeras normas, en «Palabras más, palabras menos» (BAE Negocios, 18/09/2022), y «Política Económica: ¿para el bien común o el interés particular?» Parte II (BAE Negocios, 12/12/2022), se sostenía que revaluar el Dólar con respecto al Peso y reducir los Derechos de Exportación en algunos productos alimenticios, imitando las decisiones tomadas por la Administración «Cambiemos» al inicio de su gestión, atenta directamente contra el Poder Adquisitivo de los Ingresos Populares, dado que:

al disminuir las «Retenciones», se incrementa proporcionalmente el precio en el Mercado Interno, pues el doméstico tiende a equipararse con el internacional, y aumenta el sesgo de comercialización del producto hacia el Mercado Externo, ya que, a mismo valor en dólares, se reciben más pesos, obligando al cliente local a equiparar la situación, ofertando un mayor precio de compra, si desea hacerse del bien y no padecer desabastecimiento.

Asimismo, como ya fue advertido por los diversos eslabones que integran la cadena de valor, presentan un cúmulo de distorsiones: el sector «ganador» abusa de su posición particular, en contra de los intereses de aquellos que utilizan la oleaginosa y sus derivados como insumo.

A su vez, para el caso de la tercer resolución, en «Capitalismo para: ¿los Fondos de Inversión o la Producción y el Trabajo?» (BAE Negocios, 29/01/2023), se sostenía que el criterio que todo funcionario público debe preservar es la prudencia del buen «hombre de negocios».

Es obvio que utilizar lo que escasea (dólares) para intentar generar una valorización financiera, con casi nulas probabilidades de éxito mediante la compra de bonos, no se enmarca en tal perspectiva, y ni siquiera debería haber sido evaluado como opción.

En este contexto, y ante la evidente falta de voluntad para explorar otras alternativas, es que surge el…

Dólar Soja 3.0

El mismo, englobado en lo que se dio en denominar «dólar agro», se hizo vigente a través de los Decretos de Necesidad y Urgencia 193/2023 y 194/2023.

El primero, atendiendo a medidas más que necesarias, prevé el otorgamiento de beneficios impositivos para aquellos contribuyentes cuya actividad principal sea la agrícola-ganadera y el inmueble en el que se desarrolla la misma se encuentre ubicado en una zona de emergencia y/o desastre agropecuario por sequía, siendo los más destacados:

la suspensión de la iniciación de juicios de ejecución fiscal y traba de medidas cautelares,

y

El segundo, en cambio, «vuelve a las andadas», reeditando las versiones anteriores del tipo de cambio diferencial para el poroto de soja y sus derivados, reconociendo un valor por Dólar de Trescientos Pesos hasta el 31 de mayo del corriente año inclusive.

Quienes adhieran, deberán efectuar el pago de los derechos y tributos correspondientes: en caso de realizar las liquidaciones en abril, en un 20% dentro de ese mes, y en un 80% en los dos siguientes (en partes iguales); en caso de hacerlo en mayo, será en un 70% durante ese mes y 30% hasta el 29 de junio del corriente año inclusive.

Adicionalmente, se amplía el Programa a aquellos sujetos que cumplan con los requisitos de elegibilidad establecidos desde el Palacio de Hacienda y que hayan exportado en algún momento de los dieciocho meses inmediatos anteriores a la entrada en vigencia de este decreto, las mercaderías incluidas en la categorización de «economías regionales»(1).

Para las mismas, la liquidación de divisas no podrá superar el 31 de agosto del presente año.

De esta forma, se sigue…

Rascando el fondo… de la galera

Como fuera señalado en «Sin lo Financiero, no se puede… con lo Financiero solo, no alcanza» (BAE Negocios, 06/11/2022), un criterio comúnmente aceptado para evaluar el grado de utilidad o de eficiencia de un proyecto, programa o plan es el método: «costo-beneficio».

Así, al utilizarlo sobre los resultados que generó la aplicación de las normas que dieron origen a las revaluaciones selectivas por tipo de producto, las conclusiones son notoriamente desfavorables.

Este «juego», generó resistencias por doquier, llegando incluso al pedido de revisión de las medidas por parte de organizaciones gremiales empresarias del sector agropecuario.

Va de suyo, por lo tanto, que una «profundización» en esa dirección, incluyendo bienes «regionales», agrava su valorización, de por sí negativa.

Ahora bien, como la norma de marras ya no se aplica de forma sustantiva sobre el stock existente, sino sobre la nueva cosecha, las ventas presentes que se pudieran realizar, por parte de los productores, son a costa de las que a futuro no se efectuarán.

Nunca mejor aplicado el adagio popular: «pan para hoy, hambre para mañana».

Adicionalmente, por la inclusión de productos directamente vinculados al consumo masivo (leche, huevos, carne, etc.), y ante un insólito acuerdo de precios y abastecimiento (dadas sus características, que violentan las reglas más elementales del acto comercial(2)), la inflación se verá fuertemente impulsada al alza.

A su vez, es dable resaltar que las compañías exportadoras necesitan adquirir el producto para su posterior comercialización, dependiendo entonces, para ello, de la señal de precios que ofrezcan en el mercado.

Si no fuera lo suficientemente «tentadora», el destino del programa sería el fracaso, por escasez o inexistencia de oferta.

Cabe aclarar que los incentivos dispares (y un tipo de cambio diferencial lo es) son una «herramienta» normalmente utilizada por los países del orbe, y están justificados desde la disciplina siempre y cuando se beneficie el Interés General y las distintas productividades intersectoriales lo ameriten.

En este caso, es exactamente al revés: prevalece, únicamente, el interés particular de un sector.

Por lo tanto, la falta de un adecuado discernimiento detrás de la trilogía «dólar soja», demuestra fehacientemente que los que debían gobernar «para Todos», concluyen haciéndolo para las singularidades, tal cual las cosmovisiones posmodernas distinguen como aceptable para la administración de la «cosa pública».

Los «padeceres generales» y los «beneficios individuales», en la última década, determinan un estilo que es indispensable trocar, por otro que tenga como eje resolutivo las demandas políticas, económicas, sociales, culturales y espirituales de las mayorías.

Para ello, lo que la hora demanda (hoy más que nunca) es la mancomunión de toda la dirigencia empresarial, sindical, religiosa, política y social, tal cual fuera expresado en «Bases para un…» Parte I (BAE Negocios, 01/05/2022) y Parte II (BAE Negocios, 08/05/2022), en pos de la búsqueda de los indispensables equilibrios macroeconómicos (Superávit Fiscal Primario y un robusto Saldo de la Balanza Comercial), que en conjunto con el necesario Magno Acuerdo Social permitan poner en valor los Vectores de Competitividad (alimentos y energía) de la Economía, sentando las bases de un Modelo de Desarrollo Económico Permanente y Sustentable (MoDEPyS), con orientación a la producción.

1 Las más destacadas son: carne y despojos comestibles, pescado, leche, huevos de ave, té, yerbamate, grasas y aceites animales o vegetales, aunque dependiendo de posibles normas complementarias.

2 Resulta evidente que, en la comercialización de un producto, se orientaran las ventas hacia aquellos clientes que ofrezcan un mayor precio de compra.

Por lo tanto, es inaudito suponer que un pretendido acuerdo sesgará la misma hacia el menor valor que se pueda obtener. 

En este marco, el desabastecimiento de rigor coronaría la propuesta.

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Lic. Guillermo Moreno
Lic. Pablo Challú
Lic. Walter Romero

Agradecemos la colaboración de Marcos von Ifflinger



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