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Nac&Pop | MALVINAS ANTARTIDA Y LATAM

Una mirada geopolítica.

Si el nuevo orden mundial, que parece proyectarse en este siglo, es el de los bloques continentales y las políticas regionales, entonces ¿podríamos pensar que el conflicto de Malvinas es una exclusiva cuestión diplomática de Argentina?

Por Daniela Burico*

NAC&POP

11/03/2023

”Solo ha sido grande en América Latina quien ha actuado y

pensado con acción de pensamiento latinoamericano

Enrique Rodó.

 

Las Islas Malvinas son parte de un polígono geopolítico estratégico de la OTAN, integrado a su vez por la Isla de Santiago y la Isla de Pascua.

El objetivo es el Atlántico Sur, hacia Antártida, mares territoriales y pasos interoceánicos, convirtiéndose de esta manera, en una amenaza para la seguridad de la región, que cuenta con bastos recursos naturales -pesca, petróleo y agua dulce-, matriz económica que se expandió después de la guerra de Malvinas, cuando Gran Bretaña amplió las millas marítimas de 12.000 a 200.000 en nuestro mar.

Cabe recordar que el posicionamiento estratégico de Gran Bretaña sobre nuestras Malvinas, es también el camino hacia la Antártida.

 “La Antártida se presume como el continente del futuro, por todas sus potencialidades económicas, principalmente por ser la mayor reserva de agua dulce del planeta.” (Una Nación en el mar. Antártida. Rattenbach, J. Augusto; Ocipex, 2022)

En un mundo donde se disputan las materias primas como el “nuevo oro” de la década, es necesario el trabajo unificado de los países para defender en bloque nuestros suelos y recursos.

Es menester afianzar una gran alianza de los países organizados, la CELAC como vocera de la región, el resurgimiento de la UNASUR, para complementarse y la fuerza económica del MERCOSUR para debatir y consolidar las estrategias que sirvan a la defensa del territorio y sus recursos naturales y económicos.

Una clara demostración en este sentido fue la Ley del Gaucho Rivero, vigente desde 2011 para las provincias argentinas con costa en el Mar Argentino, que prohíbe la permanencia, el amarre y el abastecimiento de barcos de bandera colonial británica o del Reino Unido.

Dicha ley se extendió a toda Latinoamérica debido al riguroso trabajo de articulación de la UASUR y el MERCOSUR, defendiendo así la Soberanía a nivel regional, demostrando así el rechazo al colonialismo británico en nuestro continente.

En la Antártida rige el mismo  criterio de integración, llevado a cabo por dos países Sudamericanos: Argentina y Chile, que trabajan articuladamente reconociendo la Soberanía de cada uno de ellos en esa porción del Continente Antártico, a la vez que Inglaterra disputa las mismas zonas reconocidas por estos países.

Queda así clara, a base de hechos puntuales, la importancia de la integración regional para la defensa de nuestra Soberanía, los espacios geopolíticos y el acceso a los recursos naturales que necesita cada población para su economía y subsistencia.

Latinoamérica debe tener en cuenta la importancia estratégica y geopolítica de las Malvinas para los ingleses, como una proyección hacia sus pretensiones sobre la Antártida, y a partir de allí pensar una estrategia unificada y continentalista.

Malvinas es sin dudas una causa de la Patria Grande, Argentina y Chile, las pinzas para que la región sea Bicontinental, con mirada a la Antártida.

Por conclusión, Latinoamérica y el Caribe precisan, para prosperar, de una mayor cooperación regional, más respeto por las Soberanías, una integración latinoamericana de verdad, sin “hermanos mayores” que dictaminen el futuro del Continente, sin intereses ajenos a la región.

Considero oportuno el momento para dejar de ser tercermundistas desde el punto de vista económico y pasar a ser centrales proyectando la industrialización de toda la región, de manera que dicha expansión económica nos posicione estratégicamente en el mercado global que incluya soberanía tecnológica, científica, alimentaria y espacial, ecológicamente sustentable y con perspectiva de género.

En síntesis, la unión estratégica del bloque regional en lo económico, financiero y también en defensa.

Asimismo es dable destacar un avance en la discusión para una moneda regional ( SUR), sin perder la soberanía de las monedas de los países miembros, sumando la creación del banco central sudamericano , dándole autonomía en lo financiero y capacidad de negociación al bloque, tal vez la gran deuda de toda la región desde su Independencia.

Los Organismos multilaterales: CELAC, MERCOSUR y a futuro, UNASUR, serán los pilares de debate, defensa y trabajo articulado, repensarlos e incluir el poder de movilización de los Pueblos para defenderlos ante ataques contra el bloque, tal vez sean temas a debatir.

Acercar los Pueblos a estos Organismos para afianzarlos, dándole sentido de pertenencia regional y desde ahí poder debatir, discutir y defender las ideas del nuevo mundo que nace.

Ante el avance de los Estados-Continentes ( Rusia-China-India-EEUU) es necesaria la aglutinación de Latinoamérica y el Caribe para ampliar espacios y poder dar paso al nuevo nacionalismo continental que surge en esta nueva era.

Nuestros hombres y mujeres del pensamiento tienen que crear una ideología moderna de la integración, nuestros gobernantes y dirigentes deberán estimular ese proceso.

Estamos en una etapa de transición, la unión es una medida de autodefensa.

Nuestro continente está en disputa por toda su riqueza y por su posicionamiento geopolítico- estratégico, la democracia del continente está siendo amenazada, es menester ,para resurgir como un continente centralista, la unión de todos los países latinoamericanos y caribeños, la oportunidad está a la mano, queda en nuestros gobernantes saber posicionarnos y defender nuestros intereses y soberanía .

DB/

 



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