LA JUSTICIA INVESTIGA UNA NUEVA TRAMA DE ESPIONAJE
Comodoro Py abrió otra caja de pandora del espionaje ilegal y justo a 13 días del ballotage. La punta del ovillo es Ariel Zanchetta, un ex policía que apareció primero vinculado a tareas de inteligencia sobre algunos jueces y a partir del análisis de sus computadoras y celulares aparecieron documentos que revelan que se dedicaba al espionaje masivo.…

Comodoro Py abrió otra caja de pandora del espionaje ilegal y justo a 13 días del ballotage.
La punta del ovillo es Ariel Zanchetta, un ex policía que apareció primero vinculado a tareas de inteligencia sobre algunos jueces y a partir del análisis de sus computadoras y celulares aparecieron documentos que revelan que se dedicaba al espionaje masivo.
El listado de espiados que surge de la pesquisa no permite identificar una terminal política.
Aparecen desde Sergio Massa a Patricia Bullrich, desde Axel Kicillof hasta Javier Milei, desde Elisa Carrió a Máximo Kirchner.
Hay jueces como Sebastián Casanello y el fiscal Carlos Stornelli.
También funcionarios macristas como Gustavo Arribas, Silvia Majdalani, Guillermo Dietrich y Alberto Abad junto a kirchneristas como Sergio Berni, Carlos Castagnetto, Juan Martín Mena y Nicolás Kreplak.
Los periodistas espiados van de Roberto Navarro a Luis Novaresio, pasando por Jorge Fontevecchia, Baby Etchecopar, Pablo Duggan y Claudio Savoia.
Hay empresarios como Ángel Calcaterra, Marcelo Tinelli y Alfredo Coto.
También artistas de todas las ideologías, desde Teresa Parodi a Alfredo Casero.
Fueron espiados Daniel Angelici, Juan Sebastián Verón y el «Chiqui» Tapia y dirigentes sindicales como Hugo Moyano y Roberto Baradel.
Este listado hace difícil afirmar que era una red de espionaje vinculada al kirchnerismo, como se apresuraron a instalar desde Clarín y La Nación.
Hasta ahora el que tiene antecedentes en espiar a propios y ajenos es Mauricio Macri.
Otro dato que pone en cuestión el relato de una red de espionaje K: el mismo Zanchetta espió a CFK y también a su jefe de custodia el día antes del intento de magnifemicidio.
Por otro lado, ¿qué interés tendría el kirchnerismo en espiar a Mena, ex número 2 de la casa de los espías; a Baradel, demonizado por Macri y Milei; a Kicillof, su as de espada bonaerense?
Parecen más objetivos de los titiriteros del lawfare.