EL ODIO ES CIEGO, LA JUSTICIA SOCIAL DIGNIFICA
Todos tienen ideología, mas no todos tienen principios. “La economía dirigida por tipos que se pasean en carritos de golf es muy corrupta” decía el escritor Norman Mailer. Por Alberto Daneri LA MOSCA EN LA OREJA 27/04/2023 En la guerra la verdad es tan preciosa, quesiempre hay que protegerla con un cortejo dementiras.(CHURCHILL). La buena…

Todos tienen ideología, mas no todos tienen principios.
“La economía dirigida por tipos que se pasean en carritos de golf es muy corrupta” decía el escritor Norman Mailer.
Por Alberto Daneri
LA MOSCA EN LA OREJA
27/04/2023
En la guerra la verdad es tan preciosa, que
siempre hay que protegerla con un cortejo de
mentiras.
(CHURCHILL).
La buena fe de un gobernante no cuenta, dijo Maquiavelo: lo que vale son las consecuencias de sus actos.
Todos tienen ideología, mas no todos tienen principios.
La guerra no es sólo una plena de armas: también hay guerras políticas.
El Presidente desistió, algo tardío, de ser reelecto; la oposición envió emisarios al F.M.I. para ahogar al país y matar de hambre al pueblo.
El odio es ciego.
En la Eurozona hacen la guerra a Rusia y fingen apenarse por la falta de futuro, porque “la economía dirigida por tipos que se pasean en carritos de golf es muy corrupta” decía el escritor Norman Mailer.
Lo contaron novelas y ese espejo magistral que es el cine.
Leímos a los 15 años la novela “Viñas de ira” (en España, “Las uvas de la ira”) de John Steinbeck.
Revela el hambre en la Depresión.
Duro viaje de un lugar a otro de desamparados, en busca de un empleo.
La Derecha es soberbia.
Prefiere arrastrar al abismo a la población en nombre del respeto a la “república” mientras cobra, por cargos, salarios del Estado.
Su religiosidad, estipuló Simone de Beauvoir, está “dirigida contra los hombres.
Sólo se defiende de odiarlos, al forzarse a despreciarlos”.
Los explota mediante la mecanización.
Fue la Revolución Francesa la que inspiró las Tres Banderas de J.D. Perón: “Soberanía política”, que dije hace poco en radio es hoy difícil, por el dominio del Imperio en el planeta y la obediencia de los demás países que integran la OTAN.
Obedecen en esta guerra contra Rusia, si bien sus pueblos la rechazan.
Después, mejora la vida la “Independencia económica” también ardua por el dominio del F.M.I. y del Banco Mundial, ambos regidos por los EE.UU.
Y la tercera es esencial y depende de cada pueblo: la Justicia Social.
Ahora retornó la emigración al mundo.
Cada uno depende de su trabajo para subsistir.
¿Y si no tiene?
¿Cómo logrará estar seguro de nada?
A los otros sus problemas no le interesan, sufren con los propios.
Llenan curriculums, mendigan frente a iguales preguntas.
¿Qué sabe hacer?
Nunca preguntan si ama a su pareja, si pasó ya hambre, miedo o frío.
En 1940 filmó esta gran novela el director John Ford, con Henry Fonda y su excelsa escena final: le promete a su madre luchar por los desamparados.
Me conmovieron el film y la novela.
Tanto como visitar Salinas.
Donde ese Premio Nobel, Steinbeck ubicó casi todas sus obras (y “Al este del paraíso”, film
debut de James Dean que marcó nuestra juventud, por el conflicto con el padre).
Pero en sus librerías vi en total sólo dos libros de él.
En 1973, cuando la sindicalización aquí llegó al 59 % (excepto en los peones del campo, esclavizados por su sindicato), en EE.UU. era sólo del 34 % en hombres y del 16 % en mujeres.
Hoy mermó allá al 8 % y al 6 %, y el salario bajó a la mitad.
¿La excusa?
“La fuerza del mercado”, la barata mano de obra de los inmigrantes y la falta de estudios superiores.
Como peleles hechos de barro, dan pena esos jóvenes de 30 años con treinta lunas repletas de heridas.
El espejo proyecta su testimonio.
Quienes nunca justipreciaron a Perón o a los Kirchner deben alquilar una joya: Norma Rae (1979, dirigida por Martin Ritt, un director progresista.
Ocurre en 1978 (¡treinta y tres años luego del 17 de octubre de 1945!); una fábrica textil de los EE.UU. donde explotan a los obreros.
Sin conciencia social, no hay sindicato, y pocos votan.
Contra su propio bolsillo.
Como una luna sangrienta, un obrero (no un patrón) le grita a un sindicalista que viene a organizarlos (igual a “Los compañeros”,el film italiano de M. Monicelli): “El que protesta es comunista, judío, agitador o las tres cosas juntas”.
Una madre soltera sin formación política (Sally Field, ganadora del Oscar por ese rol) es
quien logra con brío unirlos: “Un sindicato es esto: una sola voz”.
Es ese país al que todos quieren emigrar, pensando que quizás se harán ricos.
En EE.UU. la gente cree en el “sueño americano” y desdeña la comunión sindical y social, pero coloca su bandera flameando en su puerta, orgullosa.
Sobre todo en el Centro, desde el año 2009 perdieron su hogar 750.000 personas; y una de cada cinco adeuda por su casa más de lo que vale.
Al no soportar tocar fondo y el descenso de su estatus (o volver a empezar a los 37, 50 o 60 años) algunos se suicidan.
En el mundo gobierna la Derecha.
La inflación es multicausal, no proviene de lo que dicen los pagos economistas de la tevé, o enseñan en universidades sobre exceso de emisión: esa maquinita que es tapa constante en las fake news de nuestros diarios hegemónicos.
Pues en los EE.UU la maquinita emitió en 2020 el 25,8 % del circulante.
Y la inflación fue el 1 %.
Siempre el Capitalismo es la guerra: mediante violencia, o deuda.
Para frenarlo, hay que anular su propaganda (“La historia es una fábula concertada”, dijo Voltaire) uniendo a las masas en torno a una semilla, la justicia social.
Buscar erigir algo nuevo, como ayer Perón la Tercera Posición.
Nadie menciona en los multimedios la “deuda odiosa”, acuñada aliada con los acreedores, como se pactó en la Dictadura y arregló Cavallo, cerebro de Menem y De la Rúa.
Cavallo en 1982 nacionalizó deudas de los empresarios en dólares que lógicamente terminó pagando el pueblo a través de décadas.
Finalmente el presidente Macrì, uno de ellos, en 2018 retornó al FMI y en 4 años (2015-19) adquirió más deuda que la Dictadura.
El Congreso argentino, que no votó ese préstamo de 2018 de 57 mil millones de dólares del FMI (otorgado al país sin respetar las normas del mismo FMI) luego CERTIFICÓ esta “deuda odiosa”.
Se ha condenado a sufrir.
Y a hijos, nietos, biznietos.
Por décadas.
Los economistas callan que EE.UU. utilizó esta frase en 1899, al inventar la guerra con España y apropiarse de Cuba; se opuso a pagar la gran deuda que Cuba aún le debía a España.
Nunca pagó.
Alemania tampoco pagó a Grecia la indemnización acordada tras la Segunda Guerra, por crímenes y deportación por un millón de muertos.
En cambio, le exigió pagar 16 mil millones de euros por intereses de los bonos de 2012, lo mismo que Grecia dedica a su salud y educación.
Sus dirigentes aceptaron, e incluso bajaron las jubilaciones, de 494 euros a 394, lo que originó muchos suicidios.
Aquí, cuando el ministro de Economía hasta 2015, Axel Kicillof, negociaba pagar a los Fondos Buitres apenas 2.800 millones de dólares, ganó la oposición y en menos de 5 meses se emitieron u$s 12.500 millones de dólares para cancelar esos bonos con los “holdouts”, una forma elegante de no llamarlos “fondos buitres”.
Pero sólo emitieron pagos por u$s 9.926 millones.
La diferencia de u$s 2. 574 millones no se usó para lo que ordenó el Congreso.
¿Dónde están?
La AGN afirmó que la deuda en 2016 se registró de forma “incompleta, imprecisa y contradictoria”.
Otro enigma.
Vale la pena recordar que un mediocre economista dedicado a los negocios, quizá futuro ministro de Economía, litigó junto al Ciadi contra el país; el juez Griesa lo apoyó y cobró mucho dinero.
Son los atípicos patriotas; como el ex presidente que le pidió perdón a España por liberarnos de ella, ofendiendo así la memoria de San Martín (que incluso liberó a Chile y Perú), Moreno, Monteagudo, Castelli, Güemes y el heroico Belgrano: murió en la pobreza por donar sus bienes para construir escuelas y lo demoraron 80 años.
Yo esperaba que algunos militares salieran a discutir esa ofensa o pidieran el retiro: Ay, no oí ninguna queja!
Aplauden a Rivadavia, homenajeado con la calle más larga, pues también ganó plata con
su empréstito con la Baring.
Y logró el desprecio de San Martín.
En todos los países se garantiza el silencio con porrazos policiales a personas desarmadas, para justificar esta reforma esclavista que ofrenda al débil pobre en ese altar de los ricos.
El laboratorio del Neoliberalismo pasó de los EE.UU. (2008) a la Eurozona (2011).
Por eso Evita dijo: el “capitalismo no tiene patria ni bandera”.
Pero seguir las recetas recesivas, se notó en los últimos 40 años, es cavarse una fosa bajo los pies.
Quien conoce algo de historia contemporánea, no ignora que Latinoamérica le paga al Imperio siete veces más de lo que ha recibido.
Gobierne quien gobierne.
Somos esclavos de usureros.
En 2005 Néstor Kirchner se fue del FMI pagando 9.900 millones de dólares que el país debía, porque entendió que uno de cada cinco dólares de la deuda mundial se le debe al FMI o al Banco Mundial, dominados ambos por EE. UU.
Por riesgo a no cobrar, siempre los grandes deudores colocan a un “agente de cobro local” (Cavallo, Macrì).
Causa perplejidad el voto por la Derecha en CABA, Europa, EE.UU: cada día marchan
más hacia el fascismo (74 millones votaron a Trump).
En Italia, a la gritona Meloni.
El pueblo castra hoy pocos derechos que posee.
Acá surgió un economista plagiando sin pudor al liberal Friedrich Hayek (1899-992)
Ni se excusó; amenaza con quitar los derechos sociales, anular el Banco Central cual en los años ´30 (lo regía el Reino Unido), privatizar las jubilaciones y mutilar la justicia social.
Supuestamente tiene votantes: tirarán sin hesitar un tiro en su pie.
Esto ya ocurrió con la fascinación del poder en la Dictadura (“Yo soy Dios”, decían los victimarios), que se mide por la cantidad de víctimas reunidas al final.
Ni se arrepienten de haberlos matado.
Los trucos para eliminar al opositor, son la sal de estos expertos.
Y para ocultar: subieron con 7.700 millones de dólares de deuda y partieron con 43 mil millones.
Nadie indagó el destino del dinero.
Ni uno de los que defienden “la República”.
O la Corte Suprema.
En España Rajoy y aquí Macrì engañaron al pueblo: prometieron no tocar más el despido y luego lo dejaron libre.
Una mayoría de los sindicalistas calló, fue el felpudo de las patronales.
Cuando en 2003 “la mierda de caballo nos llegó a la nariz” (cual Mailer dijo de EE.UU.) vino Kirchner y rescató con su modelo inclusivo.
La oposición plantea ajustar incluso a su aliada, la ilusa clase media.
Existe hambre.
El voto ya no parece alcanzar: se necesita resistir.
Pensando.
Hablan siempre del “déficit fiscal”.
Pero el economista tildado genial en el siglo XX, J. M. Keynes dijo: “es una tontera”.
Aunque en el mundo renacen la Depresión y el despido, no todos toleran ya esta dictadura del Mercado, y los perdedores del ajuste perpetuo se rebelan.
Los futuros jubilados de Francia se quejan en la calle.
El temor sólo lo calmará el Pleno empleo que proponía Keynes y tantos ortodoxos impugnan.
O crecerán la Derecha y la xenofobia, cual en Francia.
Con valor se supera al contexto social.
Escribió exacto Pascal: “El hombre tiene ilusiones como el pájaro alas. Eso lo sostiene”.
Pero debe acompañarlas con la real lucha.
Quizás retorna la hora de la emancipación.
Quizás en un futuro no lejano la austeridad explote en manos de las Corporaciones y sus
rufianes políticos.
Quizás alguien cambie esa silla de prestamistas por una eléctrica.
Es que nunca existió un desarrollo armónico del capitalismo.
Hay unos, poseedores; y otros van cayendo del mapa.
Debido a la mala conciencia de la oposición ultraderechista, los medios hegemónicos critican a intelectuales que apoyan modelos inclusivos, y los injurian otorgándoles un cariz oportunista o de interés económico.
Sartre señaló con razón que “un individuo es legitimado por la sociedad, si quiere”.
La clase alta aconseja a los de abajo, “sobriedad”.
Esto es, según Oscar Wilde “grotesco e insultante” a la vez.
¿Un pobre puede actuar con real sobriedad?
Quien lo instruye piensa que sí, pues posee bienes, se siente libre.
Si bien Goethe apuntó: “Nadie está más esclavizado que los que creen ser libres” pocos lo comprenden.
La clase media, menos.
Cayó en la Argentina un 14 %, no paga ya la cuota de su prepaga, vendió el auto y se salvó del Covid gracias al Estado y al hospital.
Si con cierta soberbia el intelectual toma a su cargo el padecer de su sociedad, no siempre debe ser un crítico del poder.
Muchos aun ignoran que J. Derrida Sustituyó la previa idea de Sartre del “compromiso” por la de la “construcción”.
¿De qué?
De todos los asuntos públicos.
Así el intelectual honesto se integra a su época.
¿Cómo fija sus límites y sus posibilidades?
Es el tema que traté en mi primera obra teatral: “La búsqueda”,1964.
Analizar las pautas dentro de las cuales se juega.
Y la primera, sin duda, es aseverar la prioridad de la “existencia” por sobre la “esencia”.
Es cuando decide asumir la “responsabilidad” cual “radicalidad”.
El Nobel A. Camus pensó igual.
Hay que realizarlo con valor, cuanto antes.
Porque estos publicistas efímeros que se llenan la boca elogiando la “república” o la “libertad” (sólo para ellos) y mujeres políticas que semejan vacas sagradas o elefantes solitarios, mañana dirán, como Dante: “Me perdí por un valle, antes de que mi edad fuese
perfecta”.
Pero será demasiado tarde. Para todos los habitantes.
Muchos compañeros admiten (lo advierte Maquiavelo) que tan esencial como tomar el poder es saber mantenerlo.
La dignidad se demuestra donde se debe: en la lucha.
¿Por qué un real intelectual secundaría un modelo “inclusivo” de las clases más vulnerables?
Porque sabiendo que el mundo es injusto, él se resiste a ser un verdugo más del sistema, rehúsa formar parte del mismo y refuta esa lealtad pasiva que lo cambiaría en otra conciencia cómplice.
Mirando la frivolidad usual, a millones manejados por falacias de las redes sociales y diarias “fake news”, deduce que para gozar de su libertad precisa también la libertad de los otros.
No disimular tanto egoísmo bajo el “sálvese quien pueda”.
Ser la luz del sol.
El bienestar de los demás implica la mejora de mi propio bienestar.
Si la sociedad empeora cada día por egoísmo (pues los que tienen mucho no toleran soltar casi nada) olvidan a Krishnamurti: “No es saludable estar bien ajustado a una sociedad enferma”.
Cuidado.
Existo cuando existen los demás.
Algunos lo comprenden tarde, plantea Homero Manzi en su tango “De barro”: “Y hoy que no vale mi vida, ni este pucho del cigarro, recién sé que son de barro, el desprecio y el rencor”.
O Unamuno: “Yo me propongo agitar a inquietar a las gentes.
No vendo el pan, sino la levadura”.
Y con esa levadura moral, los seres honestos deciden de qué lado están.