1 de octubre de 2023

EL MISMO ESQUEMA

Era el proyecto de un mundo feliz, SOLO para los que pudieran pagarlo. Fue el proyecto de Macri, hasta que dio cuenta que podía hacer muy buenos negocios utilizando el estado en lugar de desguasarlo. Ahora lo van a volver a intentar con Milei. La diferencia es que parte de un umbral mucho mas bajo,…

Era el proyecto de un mundo feliz, SOLO para los que pudieran pagarlo.

Fue el proyecto de Macri, hasta que dio cuenta que podía hacer muy buenos negocios utilizando el estado en lugar de desguasarlo. Ahora lo van a volver a intentar con Milei. La diferencia es que parte de un umbral mucho mas bajo, tenemos una deuda impagable, y sobre todo, un pueblo que ha sido colonizado ideológicamente.

Por JG

Cuando De Narváez fue candidato, como parte de la campaña, le pedía a los empresarios amigos que reuniera al personal de conducción de sus empresas para hacer reuniones explicando su visión de país.

Básicamente el modelo era los tigres asiáticos.

El tipo decía que «para que argentina progrese» había que generar un nivel de exportaciones comparable al de los tigres asiáticos, y la clave era conseguir un nivel salarial similar al de ellos, en esa época entre 40 y 70 dólares mensuales.

En eso residía la solución mágica a todos los problemas del país.

Elegir algunas pocas actividades para competir en el mundo, y el resto de los productos pueden importarse.

Las fábricas produciendo al 100%, exportando la mayor parte de sus producciones, compitiendo con los mas eficientes del mundo.

Claro que, en ese proyecto el consumo interno no solo no interesaba, sino que con esos niveles salariales era imposible.

El consumo interno solo estaba reservado, y lo decía, a los sectores de mayor nivel de ingresos, que estimaba en un tercio de la población.

Las actividades que no generaban productos y servicios exportables, debían enfocarse en esos mismos sectores, los que podían pagarlos, reduciendo sus instalaciones a esos niveles, los necesarios para satisfacer la demanda acotada, maximizando la eficiencia de las empresas.

El estado solo debía aportar la infraestructura necesaria para el funcionamiento de este modelo, solo la parte que la actividad privada no pudiera resolver, dejando librado cualquier otra necesidad a la iniciativa privada, ya no mas educación y salud, algo muy caro, e innecesario para los sectores que iban a quedar reducidos a la subsistencia mas elemental.

Lo decía.

Eso si, la seguridad era prioridad, y una necesidad para mantener la paz social.

La seguridad personal y de los bienes de los sectores de mayores recursos también debía quedar en manos privadas.

La justicia era el área en que tenía menos claro como manejarla.

Así, era posible limitar los impuestos a su mínima expresión, suficientes para satisfacer actividades extremadamente acotadas.

Las presentaciones le llevaban unos 40 minutos y había unos 20 para preguntas, que cuando lo complicaban, resolvía haciéndose el canchero con un chiste.

Era el proyecto de un mundo feliz para los que pudieran pagarlo.

Fue el proyecto de Macri, hasta que dio cuenta que podía hacer muy buenos negocios utilizando el estado en lugar de desguasarlo.

Ahora lo van a volver a intentar con Milei.

La diferencia es que parte de un umbral mucho mas bajo, tenemos una deuda impagable, y sobre todo, un pueblo que ha sido colonizado ideológicamente.

JG/



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